
Asociación Española Síndrome Coffin Siris
El de Coffin-Siris es un síndrome multisistémico: lo conforman varios trastornos genéticos de distinta naturaleza, por lo que afecta a diferentes órganos y de manera desigual en cada caso.
Esto significa que no todas las personas aquejadas de Coffin-Siris padecen todas las patologías asociadas al mismo ni tampoco con la misma gravedad.
Por esta razón, tampoco hay un tratamiento universal para este síndrome, sino que deberá manejarse de manera multidisciplinar, atendiendo a las dificultades y problemas concretos de cada individuo.
Pese a que cada persona que lo padece se ve afectada de forma muy diferente por el síndrome de Coffin-Siris (por lo que sería más acertado hablar de «espectro» del mismo), existen unos rasgos y síntomas frecuentes a la hora de identificarlo.
El síndrome de Coffin-Siris está causado por la presencia de variantes patogénicas en uno o varios genes, incluido el más frecuente entre ellos: el gen ARID1B, responsable de producir una proteína que participa en la fabricación de otras proteínas importantes para la regulación de la cromatina.
De mayor a menor proporción de casos registrados, los genes afectados son:
La mayoría de los casos son de novo, es decir, que la enfermedad ha aparecido por primera vez en ellos; aunque también se puede heredar de un progenitor afectado con una expresividad leve.
En cualquier caso, te debe quedar clara una cosa: nadie tiene la culpa de que un niño desarrolle el síndrome de Coffin-Siris ni nada que haya podido hacer la madre durante el embarazo influye en este hecho.
A día de hoy, no existen criterios diagnósticos formales y universales del síndrome Coffin Siris.
Desde 2012, se propone diagnosticarlo en base a los hallazgos clínicos enumerados en el punto anterior y tras descartar otros trastornos con síntomas similares, lo que se traduce en un proceso largo y dificultoso.
Algunas enfermedades y síndromes a descartar para obtener un diagnóstico diferencial son: enfermedades metabólicas, síndrome de Cornelia de Lange, síndrome de hidantoína fetal, síndrome de Nicolaides-Baraitser, síndrome uña-rótula, síndrome DOOR, síndrome de Rubinstein-Taybi, trisomía 9p y síndrome de Coffin-Lowry.
Como decíamos al principio, debido a su naturaleza heterogénea y la forma desigual en la que se manifiestan sus síntomas en cada caso, no existe un tratamiento específico para el Coffin-Siris.
Tampoco puede curarse, ya que se trata de un síndrome y no de una alteración puntual de la salud: es algo con lo que se debe vivir para siempre.
Dicho esto, sí que se puede mejorar la calidad de vida y, en menor o mayor medida, el estado de quienes lo padecen.